La idea es que las damas de honor se vean elegantes, aunque sin imitar el arreglo de la dueña de la noche. En este caso, los peinados deben ser sencillos y mantener a la vez el glamour de los miembros de la fiesta de la boda.
La idea es que las damas de honor se vean elegantes, aunque sin imitar el arreglo de la dueña de la noche. En este caso, los peinados deben ser sencillos y mantener a la vez el glamour de los miembros de la fiesta de la boda.